QUERIDOS HIJOS
NUESTROS HIJOS
NO SON NUESTROS
Nuestros hijos no son nuestros
son hijos del anhelo de la vida.
Son concebidos a través nuestro mas no de nosotros, y no
obstante vivir juntos, no nos pertenecen.
Podemos darles nuestro amor, mas no nuestros pensamientos
porque ellos tienen los suyos.
Podemos albergar sus cuerpos, mas no sus almas, porque éstas
moran en la casa del mañana que no podremos visitar ni aun en sueños.
Podemos esforzarnos por ser como ellos, mas no intentemos
hacerlos como nosotros.
Porque la vida no retrocede ni se detiene con el ayer.
Somos el arco del cual nuestros hijos son disparados,
cual saetas vivientes.
El arquero ve el blanco sobre el camino del infinito y no dobla
con su poder, de modo que las saetas puedan volar veloces y
gran distancia.
Dejemos que nuestro encorvamiento en la mano del arquero
sea por placer, porque así como ama la saeta voladora, así
ama también el arco que está tenso.
GIBRAN KAHLIL GIBRAN
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