LA PIEDRA Y LA PALABRA CONMUEVEN
LA PALABRA EN LA MENTE
(SEGUNDA PARTE)
Igualmente una palabra, lanzada al azar en la mente, produce ondas superficiales y profundas, provoca una serie infinita de reacciones en cadena, implicando en su caída sonidos e imágenes, analogías y recuerdos, significados y sueños, en un movimiento que afecta a la memoria y a la experiencia, a la fantasía y al inconsciente, complicándolo el hecho de que la misma mente no asiste pasiva a la representación, sino que interviene continuamente, para aceptar y rechazar, ligar y censurar, construir y destruir. Complejizando el entorno.
Una palabra al caer en la mente arrastra consigo, o choca, o evade, en suma de una forma u otra se pone en contacto con fonemas semejantes. Estas son las asociaciones, que nos parecen, más cómodas. Una palabra choca con otra por inercia. Sin intencionalidad. Es difícil, sin embargo, que sea suficiente para hacer saltar la chispa del ingenio (aunque tampoco se puede decir que no).
La palabra, entretanto, se precipita en otras direcciones, se hunde en el pasado, hace aflorar a la superficie recuerdos sumergidos y nos plantea nuevas ideas, para el futuro, algunas afines otras en oposición, pero en ambos casos abriendo, abriendo maravillosos o trágicos, horizontes.
GIANNI RODARI
Recopilación
RÓMULO ELGUETA LAGOS
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