GIGANTE CHINO SALVA A DELFINES

BAO XISHUN

El gigante que salvó a los delfines

Xishum introduce su larguísimo brazo en la boca de un delfín. (Foto: AP)

Actualizado viernes 15/12/2006 13:33 (CET)

DAVID JIMÉNEZ (EL MUNDO) www.elmundo.es

El baloncesto nunca fue lo suyo. Los intentos de convertirle en hombre anuncio habían fracasado por voluntad propia. Y la celebridad adquirida al lograr ser registrado como el hombre más alto del mundo en el libro Guinness (2 metros y 36,1 centímetros) había desaparecido para ser reemplazada por un tranquilo regreso a su trabajo como pastor de ovejas. La vida de Bao Xishun parecía alejarse definitivamente de los focos cuando llegó la llamada del acuario de la ciudad de Fushun, en la provincia nororiental de Liaoning. "Bao, le necesitamos", le dijeron.

Los responsables del centro aseguraban que la vida de dos delfines estaba en peligro y que sólo alguien del tamaño del gigante chino podía salvarles. Los cetáceos se habían tragado las almohadillas de plástico colocadas como barrera en su piscina y varias operaciones no habían logrado extraerlas.

La pérdida de apetito y la depresión hacía temer por su vida. "Necesitábamos a alguien con brazos de más de un metro de largo para acceder al estómago de los animales", recuerda Chen Lujun, director del acuario.

Bao dejó enseguida las estepas de su Mongolia Interior y se trasladó a Fushun. Rodeado de cámaras y animado por cientos de curiosos, el pastor chino metió su brazo derecho hasta el estómago del primero de los delfines y logró extraer la almohadilla.

Varias toallas situadas alrededor de la dentadura del delfín le protegieron de posibles mordiscos. La operación volvió a ser repetida con éxito con el segundo delfín.

El hombre más alto del mundo volvía así a las portadas de los periódicos, esta vez convertido en un héroe nacional en China. El veterinario local, Zhu Xiaoling, ha descrito la actuación de Bao como milagrosa. "Aunque han quedado fragmentos de las almohadillas en el interior de los animales, los delfines han podido empezar a digerir comida y se recuperarán en breve", según Zhu.

La salvación de los delfines ha ofrecido a Bao una razón de ser a la anomalía física que le llevó a crecer sin freno a partir de los 16 años, cuando su altura todavía era normal. Siete años después, medía dos metros y 36 centímetros y había pasado a ser la atracción de Mongolia Interior. Los análisis de expertos chinos nunca pudieron descubrir las causas de su tremenda estatura.

A sus 56 años, el gigante chino vuelve a ser el centro de atención, un lugar que nunca ha sido de su agrado y del que quiere escapar una vez más. "Allí donde voy todo el mundo me observa. Sólo en mi aldea puedo vivir una vida normal", asegura.

Lo dicho y hecho

"Todo el mundo me observa. No me gusta que me miren como si fuera un animal extraño"

1949: Nace en la aldea de Chifeng, en Mongolia Interior, y se desarrolla como cualquier otro niño.

1965: Empieza a crecer de forma anormal y a los 16 años alcanza los 236 centímetros de altura.

1970: Viaja a Shenyang y prueba sin éxito con el baloncesto.

1973: Regresa a su aldea de las estepas y pasa inadvertido las siguientes tres décadas.

2005: La prensa china le descubre y el Guinness confirma que es el hombre más alto del mundo.