CIBERNÉTICA
Martes 26 de diciembre de 2006
Cibernética:
La mayoría de la gente contará pronto con un implante de chip
DON MELVIN
Todos seremos cyborgs (mitad máquina mitad humano) algún día, asegura Warwick. Aparece junto a uno de sus robots, que interpreta estímulos recibidos desde diferentes fuentes.
El científico Kevin Warwick cuenta su experiencia y sus nuevos planes para incorporar un transistor a su cerebro.
DON MELVIN
En "Casino Royale", la película más reciente de James Bond, al famoso agente 007 le implantan un microchip que le permite al cuartel general seguir su ubicación y registrar sus signos vitales. Para algunos, pura ficción. Para otros, como Kevin Warwick, experto británico en cibernética, esta operación podría llegar a hacerse en la realidad.
Según el científico, ese día llegará cuando la mayoría de la gente tenga implantes de chips; es decir, cuando se estén dando los primeros acercamientos a un cyborg, la mezcla de hombre y máquina.
Fue el primero
Kevin Warwick, de 52 años, es catedrático de cibernética en la Universidad de Reading y un apasionado del tema, y tiene conocimiento de primera mano, ya que sus experimentos más osados han sido sobre sí mismo.
El 24 de agosto de 1998, un grupo de médicos le insertó quirúrgicamente una cápsula de una pulgada de longitud en el brazo izquierdo, convirtiéndose, según cree, en el primer ser humano en la historia al que se le implanta un chip informático.
Dicha cápsula contenía microchips de sílicio que anunciaban la presencia de Warwick a otras computadoras. Así, cuando llegó a su oficina, las puertas se abrieron de par en par. Luego, cuando entró, las luces se encendieron, su computadora lo saludó y le informó cuántos mensajes de correo electrónico le habían llegado.
El científico se dejó el chip por dos semanas en su cuerpo, y hoy lo expone el museo de Ciencias de Londres.
Abrir la mano
En su siguiente experimento, en el año 2002, los médicos le abrieron la muñeca izquierda y le implantaron un aparato mucho más pequeño y sofisticado. Esta vez, tuvo durante tres meses cien electrodos conectados a su nervio mediano, uniendo su sistema nervioso a un PC.
"Yo movía mi mano y mis señales neuronales eran enviadas a través de internet para abrir y cerrar la mano de un robot", dijo Warwick. A su vez, la mano robótica tenía sensores, así, mientras sujetaba una esponja o un estuche, le enviaba información.
"Fue excitante", dijo. "Lo experimenté como señales en mi cerebro, y mi cerebro se sintió muy conforme de reconocer la retroalimentación de las puntas de las manos del robot".
Esta investigación ha tenido significativas implicaciones en la esfera médica. Warwick cree que a través de implantes, las personas que están paralizadas podrían recuperar cierto movimiento si un chip fuera insertado encima de la división de los nervios, y otro se implantara debajo, para recibir los impulsos.
Sin embargo, el experimento más grande de Warwick, en el cual él se hará implantar un chip en el cerebro, está a siete u ocho años de distancia. "Quiero convertirme en un cyborg", dijo, "Puedo ver las ventajas".
En este estudio probará la comunicación a través del pensamiento: "Literalmente, la primera comunicación cerebro a cerebro", comentó, y aseguró que "nada va a impedirme hacerlo". Esto porque no todos aprueban sus investigaciones. Siempre está recibiendo misivas en las cuales le dicen que él se está metiendo con la obra de Dios.
Kevin Haggerty catedrático adjunto de criminología en la Universidad de Alberta advirtió que llegará el día en que toda la gente tendrá chips y el gobierno podrá localizarlos todo el tiempo, registrando sus más mínimas conductas.
Ante este tipo de pronósticos, Warwick reconoce que la tecnología abre interrogantes éticas, y reconoce que en las manos de un gobierno maligno, podría ser usada con efectos horrendos. Sin embargo, insiste en que puede servir para buenos fines. "Éticamente, la tecnología está ahí, y yo le muestro a la gente lo que permite".
Pese a diferir sobre el grado de deseo hacia los implantes, Warwick y Haggerty coinciden en muchos aspectos.
Para empezar, el procedimiento, que era desconocido hasta hace poco, se está volviendo más común.
En 2002 la familia Jacobs de Florida se implantó un chip desarrollado por Applied Digital Solutions que contenía información médica de cada uno.
En los Clubes VIP Baja Beach en Barcelona y Rótterdam, que pueden inyectarse un microchip en sus brazos para tener acceso a salones VIP, pagando así bebidas sin esperar en una fila.
En cuanto a implantes para seguimiento, una de las primeras aplicaciones podría hacerse con criminales involucrados en delitos sexuales. Haggerty lo ve como una forma de acostumbrar a la gente al tema, mientras que Warwick imagina a oficiales tratando de resolver un crimen con sólo presionar un botón.
Ambos pronostican una era en la que la mayoría de la población tendrá chips implantados. Para Warwick, eso se debe a que las ventajas serán claras: mejor memoria, mayor capacidad de análisis y comparación, la habilidad de pensar en más dimensiones y la posibilidad de percibir el mundo en formas diferentes.
Sin embargo, habrá, dijo, importantes preguntas que responder. "¿Qué hay de la gente que no se actualiza?, si no lo hacen, ¿podrían convertirse en algo similar a una subespecie?".
EN INTERNET
Kevin Warwick: www.kevinwarwick.com.
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