CÁMARA WEB
Tecnología
La webcam, a pasos de convertirse en un dispositivo básico
Se consiguen desde 110 hasta 800 pesos
Hoy, por fin, podemos conversar con cónyuges, socios y colegas haciendo ademanes y caminando teatralmente por la habitación sin que tanto esfuerzo escénico se pierda en la soledad de nuestros cuartos. Es que ahora uno puede oír y ver a la otra persona por medio de Internet. Y ser visto, desde luego.
El ojo de la webcam, instalado desde hace mucho entre los veteranos de la Red, va camino de convertirse en un dispositivo básico de la PC con la llegada de la banda ancha. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
De la misma forma que una foto ocupa mucho más lugar que un texto, enviar o recibir video (básicamente, una secuencia de fotos) demanda una conexión más veloz con Internet.
En todo caso, enviar y recibir video y audio es entre imposible y extremadamente mortificante con conexiones telefónicas normales. La llegada del ADSL y el cablemódem han traído al living de nuestras casas aquella escena de 2001, odisea del espacio en la que el Dr. Heywood Floyd habla con su hija (interpretada, dato al pasar, por Vivian Kubrick, hija de Stanley Kubrick) mientras la ve y es visto por una pantalla.
Ojo de cristal
¿Es lo mismo una webcam que una cámara digital? En general, no. Para decirlo más precisamente, toda webcam es una cámara digital, pero no toda cámara digital puede servir como webcam. Esto es así porque ambas, la webcam y la cámara digital, funcionan según el mismo principio: un sensor electrónico convierte la luz en electricidad y ésta es, a su vez, transformada en información digital, en bits. Pero las webcam tienen baja resolución (entre 0,3 y 1,3 MP) y, típicamente, vienen con un cable para conectarse a la PC y hacer su trabajo.
Las cámaras digitales tienen una resolución muy alta (más de 3 MP, usualmente mucho más) y aunque pueden filmar videos de baja calidad, no contienen la tecnología para funcionar como dispositivos de "captura", tal el término usado para las webcams. Es decir, no pueden alimentar a un programa (como el Messenger o el NetMeeting) con un flujo de video.
Opuestamente, una cámara de video, incluso una analógica convencional, sí puede ser utilizada como webcam, si se cuenta con un accesorio adicional: la placa capturadora de video (que cuesta unos 200 pesos), que toma la señal de la cámara, la digitaliza y alimenta los mensajeros. Estos accesorios pueden ser internos o externos, y Windows los detecta como dispositivos de captura.
Cómo elegir una webcam
Con precios cada vez más bajos y bastante oferta en el mercado local, una webcam suele ser una opción más barata incluso que una placa capturadora de video. Las buenas webcams son del tipo "enchufar y usar", sin más complicación que la de instalar algún software provisto por el fabricante. ¿Qué debe tomarse en cuenta en el momento de adquirir una?
La resolución es importante, pero no vital. Hay que recordar que la banda ancha no es todavía tan ancha en la Argentina, y si se intenta mandar video de mucha resolución (por encima de 640 x 480 píxeles) en una videoconferencia por Internet, posiblemente esto afecte el audio. Las razones son fáciles de entender. Tanto el ADSL como el cablemódem envían datos a una tasa inferior a aquella a la que los reciben (se dice, por esto, que son conexiones asimétricas; de allí la "A" en ADSL).
Si se adquiere una cámara de más resolución, hay que asegurarse de que sea capaz de capturar a una definición más baja, por si nuestro ancho de banda no soporta tantos píxeles por segundo.
Todas vienen con algún tipo de soporte o base, pero no siempre son prácticas o estables. Por eso, si va a hacerse videoconferencia de forma más o menos regular, conviene verificar que el modelo elegido tenga rosca para trípodes convencionales. Las cámaras más costosas pueden ofrecer algunas características interesantes y otras no tanto. Por ejemplo, pueden tener un botón para tomar fotos, algo muy práctico. Otras vendrán con micrófono, lo que en ocasiones puede ser un estorbo, si no tiene suficiente sensibilidad o si se halla en ambientes ruidosos.
Una webcam básica cuesta unos 110 pesos y sus precios van subiendo de acuerdo con las funciones adicionales. Hay, por ejemplo, un modelo de Logitech de casi 800 pesos que es capaz de seguir, como un robot, los movimientos del usuario.
Por Ariel Torres
De la Redacción de LA NACION
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