EL SHAMAN
El Shaman Aadja
Esta historia habla del desarrollo del shaman. Él es el doctor, el sacerdote, el filósofo, el historiador y el poeta. Él es el amo de la naturaleza, capaz de convocar a las fuerzas de la naturaleza para obtener su poder.
Había una vez un joven que al enfermarse terriblemente cayó en un sueño profundo. Un día oyó un aleteo y vio que un cuervo negro lo miraba fijamente. El cuervo lo recogió y voló por una apertura en el cielo hasta el sitio donde el sol y la luna brillaban. Los habitantes de este mundo superior tenían cuerpos humanos con cabeza de cuervos.
El joven fue colocado en un nido donde fue colmado de cuidados. Fue haciéndose más y más pequeño hasta que quedó del tamaño de un dedal. Después de varios años, el joven fue enviado de regreso a la tierra y él perdió toda memoria de su vida anterior. Volvió a nacer, tuvo nuevos padres, y lo nombraron Aadja.
Cuando tenía cinco años, de repente recordó todo lo que había sucedido: cómo él había nacido y vivido en la tierra, cómo había vuelto a nacer entre la gente cuervo y cómo ahora tenía otra vida. Conforme crecía, Aadja iba descubriendo que tenía grandes poderes curativos. Cuando alguien en la aldea se enfermaba, se ponía en trance y buscaba en el paciente la causa de la enfermedad. Si había necesidad de usar un medicamento, convocaba a su guía espiritual, el cuervo, para que le mostrara donde crecía la hierba apropiada. Si determinaba que la persona había sido despojada de su alma, él volaba como un cuervo al mundo superior e intentaba traerla de regreso. Con cada nuevo descubrimiento, la humanidad ha ganado entendimiento y poder. Aparecen nuevas historias que ilustran nuestras cambiantes experiencias.
Crecemos más confiados en nuestra capacidad de dominar los elementos de la naturaleza. Podemos contrastar el Shaman Aadja con Sinbad el marino. Aunque Sinbad se encuentra con tremendas criaturas en sus recorridos, a él no lo ayudan los espíritus ni los dioses. Lo que él utiliza es su ingenio y conocimiento. Él es un héroe "moderno".
Había una vez un joven que al enfermarse terriblemente cayó en un sueño profundo. Un día oyó un aleteo y vio que un cuervo negro lo miraba fijamente. El cuervo lo recogió y voló por una apertura en el cielo hasta el sitio donde el sol y la luna brillaban. Los habitantes de este mundo superior tenían cuerpos humanos con cabeza de cuervos.
El joven fue colocado en un nido donde fue colmado de cuidados. Fue haciéndose más y más pequeño hasta que quedó del tamaño de un dedal. Después de varios años, el joven fue enviado de regreso a la tierra y él perdió toda memoria de su vida anterior. Volvió a nacer, tuvo nuevos padres, y lo nombraron Aadja.
Cuando tenía cinco años, de repente recordó todo lo que había sucedido: cómo él había nacido y vivido en la tierra, cómo había vuelto a nacer entre la gente cuervo y cómo ahora tenía otra vida. Conforme crecía, Aadja iba descubriendo que tenía grandes poderes curativos. Cuando alguien en la aldea se enfermaba, se ponía en trance y buscaba en el paciente la causa de la enfermedad. Si había necesidad de usar un medicamento, convocaba a su guía espiritual, el cuervo, para que le mostrara donde crecía la hierba apropiada. Si determinaba que la persona había sido despojada de su alma, él volaba como un cuervo al mundo superior e intentaba traerla de regreso. Con cada nuevo descubrimiento, la humanidad ha ganado entendimiento y poder. Aparecen nuevas historias que ilustran nuestras cambiantes experiencias.
Crecemos más confiados en nuestra capacidad de dominar los elementos de la naturaleza. Podemos contrastar el Shaman Aadja con Sinbad el marino. Aunque Sinbad se encuentra con tremendas criaturas en sus recorridos, a él no lo ayudan los espíritus ni los dioses. Lo que él utiliza es su ingenio y conocimiento. Él es un héroe "moderno".
Recopilación
RÓMULO ELGUETA LAGOS
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