Estudie estos consejos de Elbert Hubbard, pero recuerde que ningún provecho le dará su estudio
si no los aplica en la vida:
Cada vez que salga al aire libre, retraiga el mentón, lleve erguida la cabeza y llene los pulmones
hasta que no pueda más; beba el sol; salude a sus amigos con una sonrisa, y ponga el alma en
cada apretón de manos. No tema ser mal comprendido y no pierda un minuto en pensar en sus
enemigos. Trate de determinar firmemente la idea de lo que desearía hacer; y entonces sin
cambiar de dirección, irá directamente a la meta. Tenga fija la atención en las cosas grandes y
espléndidas que le gustaría hacer, pues, a medida que pasen los días, verá que
inconscientemente, aprovecha todas las oportunidades requeridas para el cumplimiento de su
deseo, tal como el zoófito del coral obtiene de la marea los elementos que necesita, fórjese la idea
de la persona capaz, empeñosa, útil, que desea ser, y esa idea le irá transformando hora tras
hora en tal individuo… El pensamiento es supremo. Observe una actitud mental adecuada: la
actitud del valor, la franqueza y el buen talante. Pensar es crear. Todas las cosas se producen a
través del deseo y todas las plegarias sinceras tienen respuesta. Llegamos a identificarnos con
aquello en que se fijan nuestros corazones. Lleve, pues, retraído el mentón y erguida la cabeza.
Todos somos dioses en estado de crisálida.
lunes, agosto 07, 2006
Rómulo Elgueta Lagos
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