¿ESPEJISMOS?
NASRUDIN EN EL CUATRO
Cierto día Nasrudin cabalgaba a lomos de un hermoso corcel blanco como las nevadas colinas del volcán. Viajaban a través del desierto y la sed los agobiaba cada vez más y más... tuvieron que detenerse al vislumbrar un enorme oasis lleno de agua y refrescantes sombras de palmeras altas y poderosas, mas estas palmeras y esta providencial humedad se desvanecieron apenas se apeó y fue a acercarse el a beber de primero el Mulá... -- No comprendo que sucede-- musitó frustrado. Preso del desconcierto y un poco descorazonado prosiguió su viaje. De pronto notó que el paisaje cambiaba de manera drástica. Hermosos matorrales y hasta con flores por doquier matizando un hermoso pastizal. Verde fue la alfombra que se desenvolvió a sus pies, regocijando a su cabalgadura y a él mismo; comieron de la abundante vegetación y disfrutaron de los frugales árboles que se dispersaban por todo alrededor. No habían terminado de saciarse cuando nuevamente el paisaje comenzó a diluirse como si se de una gran película se tratase; nuevas imágenes poblaran ahora la pantalla: un frondoso bosque tropical era ahora el escenario donde se postraban los dos incansables viajeros; un arroyo de agua refrescante entonaba una bella melodía y las copas cerradas de los árboles apenas figuraban un poco de sol a través de las pequeñas rendijas que dejaban atravesar algo de luz. No acababa de salir de su asombro el Mulá Nasrudín, cuando un frío intenso invadió sus pies, el escenario dio un giro y una espesa y negra neblina sumió todo en una oscuridad total y silenciosa. Entonces tomó la manta tirada al suelo, cobijó sus pies y siguió roncando.
Recopilación
RÓMULO ELGUETA LAGOS
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