domingo, diciembre 10, 2006

CUENTOS DE NASRUDÍN


TRES CUENTOS DEL MULÁ NASRUDIN

1

Nasrudin solía cruzar la frontera todos los días, con las cestas de su asno cargadas de paja. Como admitía ser un contrabandista cuando volvía a casa por las noches, los guardas de la frontera le registraban una y otra vez. Registraban su persona, cernían la paja, la sumergían en agua, e incluso la quemaban de vez en cuando.

Mientras tanto, la prosperidad de Nasrudin aumentaba visiblemente.

Un dia se retiró y fue a vivir a otro país, donde, unos años mas tarde, lo encontró uno de los aduaneros.

— Ahora me lo puedes decir, Nasrudin, ¿qué pasabas de contrabando, que nunca pudimos descubrirlo? — Asnos —contestó Nasrudin—.

2

El reloj del Maestro nunca marcaba la hora correcta.

— ¿No puedes hacer algo con respecto a ese reloj, Maestro? —alguien le preguntó—.
— ¿Qué?
— Bueno, nunca está bien. Cualquier cosa que hicieras sería una mejora al respecto.

El Maestro lo golpeó con un martillo. Y el reloj se detuvo.

— Tienes razón, ¿sabes? —dijo—. Esto realmente constituye una mejora. — Yo no quise decir literalmente cualquier cosa. ¿Cómo puede estar mejor ahora que antes? — Bueno, verás, antes de que yo lo detuviera nunca estaba correcto. Ahora está correcto dos veces al día, ¿no es verdad?

3

Cierto día, un campesino fue a visitar a Nasrudin, atraído por la gran fama de éste y deseoso de ver de cerca al hombre más ilustre del país. Le llevó como regalo un magnífico pato.

El Mulá, muy honrado, invitó al hombre a cenar y pernoctar en su casa. Comieron una exquisita sopa preparada con el pato. A la mañana siguiente, el campesino regresó a su campiña, feliz de haber pasado algunas horas con un personaje tan importante.

Algunos días mas tarde, los hijos de este campesino fueron a la ciudad y a su regreso pasaron por la casa de Nasrudin.

— Somos los hijos del hombre que le regaló un pato —se presentaron.

Fueron recibidos y agasajados con sopa de pato.

Una semana después, dos jóvenes llamaron a la puerta del Mulá.

— ¿Quiénes son ustedes?
— Somos los vecinos del hombre que le regaló un pato.

El Mulá empezó a lamentar haber aceptado aquel pato. Sin embargo, puso al mal tiempo buena cara e invitó a sus huéspedes a comer.

A los ocho días, una familia completa pidió hospitalidad al Mulá.

— Y ustedes ¿quiénes son?
— Somos los vecinos de los vecinos del hombre que le regaló un pato.

Entonces el Mulá hizo como si se alegrara y los invitó al comedor. Al cabo de un rato, apareció con una enorme sopera llena de agua caliente y llenó cuidadosamente los tazones de sus invitados. Luego de probar el liquido, uno de ellos exclamó:

— Pero .... ¿qué es esto, noble señor? ¡Por Alá que nunca habíamos visto una sopa tan desabrida!

El Mulá Nasrudin se limitó a responder:

— Ésta es la sopa de la sopa de la sopa de pato que con gusto les ofrezco a ustedes, los vecinos de los vecinos de los vecinos del hombre que me regaló el pato.

(El Mulá Nasrudin es el protagonista insignia de montones de historias de la sabiduría sufí, recopiladas por el escritor Idries Shah.)


Recopilación

RÓMULO ELGUETA LAGOS


No hay comentarios.: