miércoles, octubre 11, 2006

ACTITUD POSITIVA


LA HISTORIA DE PEPE

Pepe era el tipo de persona que te encantaría ser. Siempre estaba

de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando

alguien le preguntaba como le iba, el respondía: "Si pudiera estar

mejor, tendría un gemelo".

Era un gerente único porque tenía varias meseras que lo habían

seguido de restaurante en restaurante.

La razón por la que las meseras seguían a Pepe era por su actitud.

Él era un motivador natural: si un empleado tenía un mal día, Pepe

estaba ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la

situación.

Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a

buscar a Pepe y le pregunte:

No lo entiendo.... no es posible ser una persona positiva todo el

tiempo

¿Cómo lo haces?...

Pepe respondió:

"Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo: Pepe, tienes dos

opciones hoy: puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger

estar de mal humor."

"Escojo estar de buen humor".

"Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima

o aprender de ello. Escojo aprender de ello".

"Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su

queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo señalarle

el lado positivo de la vida".

Si, claro, pero no es tan fácil, protesté.

"Si lo es", dijo Pepe. "Todo en la vida es acerca de elecciones.

Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección".

"Tu eliges cómo reaccionas ante cada situación, tu eliges cómo la

gente afectará tu estado de ánimo, tu eliges estar de buen humor o

mal humor".

"En resumen, TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA".

Reflexioné en lo que Pepe me dijo...

Poco tiempo después, deje la industria hotelera para iniciar mi

propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en

Pepe, cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de

reaccionar contra ella.

Varios años más tarde, me enteré que Pepe hizo algo que nunca debe

hacerse en un negocio de restaurante, dejó la puerta de atrás

abierta y una mañana fue asaltado por tres ladrones armados.

Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el

nerviosismo, resbaló de la combinación.

Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte,

Pepe fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a

una clínica. Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia

intensiva, Pepe fue dado de alta, aún con fragmentos de bala en su

cuerpo. Me encontré con Pepe seis meses después del accidente y

cuando le pregunté como estaba, me respondió:

"Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".

Le pregunté que pasó por su mente en el momento del asalto.

Contestó: "lo primero que vino a mi mente fue que debí haber

cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el

piso, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir o podía

elegir morir. Elegí vivir".

"¿No sentiste miedo?" Le pregunté. Pepe continuó:

"Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar

bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y ví las expresiones en

las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asusté.

Podía leer en sus ojos: "es hombre muerto." Supe entonces que debía

tomar una decisión.

"¿Qué hiciste?" Pregunté.

"Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y

respirando profundo grité: - "Si, a las balas" - Mientras reían,

les dije: "estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo,

no muerto".

Pepe vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su

asombrosa actitud. Aprendió que cada día tenemos la elección de

vivir plenamente, la ACTITUD, al final, lo es todo. Ahora tienes

dos elecciones:

1. Eliminar este mensaje.

2. Enviarlo a quien aprecies.

Y recuerda, sólo se frustran aquellos que dejan de ver la parte

positiva de sus resultados y de la vida...

Yo escogí la 2: enviarlo a quienes aprecio. Y que siempre estés

súper bien.

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