SÚPERCOMPUTADORA

La Altix 4700, que tiene un costo de 330 mil dólares, es considerada como la única en su clase en el sistema de la Universidad de California. (Alejandro Cano/La Opinión)

UC Riverside estrena supercomputadora

Es 1,400 veces más rápida que una PC; será utilizada por la universidad para la investigación y el desarrollo científico

Alejandro Cano
alejandro.cano@laopinion.com
08 de febrero de 2007

RIVERSIDE.— Es capaz de resolver varios problemas a la vez y cien veces más rápido que otros equipos convencionales. Puede almacenar cantidades exorbitantes de información en su sistema de memoria, que es decenas de veces más grande que la de otros aparatos de su tipo.

Ha sido considerada como la única en su clase en el sistema de la Universidad de California, y con justa razón. Es la supercomputadora Altix 4700, de SGI, que fue presentada por directivos y profesores de la Universidad de California en Riverside en una conferencia de prensa realizada en las instalaciones del Colegio de Ingeniería Bourns.

Con un costo de 330 mil dólares, la supercomputadora está conformada por 64 procesadores tipo Intel Itanium 2 para un total de 128GB, lo que le permite operar 1,400 veces más rápido que una computadora personal (PC).

Dicha potencia permitirá a los profesionales resolver problemas de ingeniería, bioinformáticos y científicos, lo que coloca a UCR a la vanguardia.

"En los últimos 15 años hemos logrado lo que otras universidades no han logrado en décadas. Se nos considera como adolescentes en la rama de la tecnología, pero tenemos la capacidad de lograr grandes metas. Esto lo ha demostrado", indicó France Córdova, rectora de UCR.

"Hoy empezamos un nuevo capítulo, escrito por pioneros en la tecnología, inspirados por el descubrimiento e impulsados por la pasión en la innovación".

En términos generales, la supercomputadora permitirá a los científicos realizar experimentos y operaciones que afectan la vida cotidiana de millones de personas en la nación.

Por ejemplo, puede procesar imágenes satelitales de la temperatura de los diferentes océanos, lo que permite a los meteorólogos pronosticar la temperatura en varias localidades a la vez con más precisión.

Además, el aparato permite a los científicos pronosticar la trayectoria de tormentas tropicales, lo que podría salvar miles de vidas. Actualmente, las mismas predicciones pueden ser posibles, pero se tarda de dos a tres días obtener el resultado. La supercomputadora es capaz de brindar resultados en minutos.

Gracias a su gran capacidad de memoria, puede crear programas de entrenamiento utilizando el sistema de partículas que permite a los científicos experimentar con modelos a escala para predecir los daños ocasionados por un maremoto, alud o deslaves.

"Se puede calcular con precisión la trayectoria de huracanes, maremotos y deslaves de tierra, lo que podría salvar vidas en todo el mundo. Este aparato nos da los resultados en minutos, eso marca la diferencia", expresó Eng Lim Goh, científico de la compañía SGI.

"Explicar cómo lo hace es muy difícil, lo bueno es que es capaz de eso y más".

En efecto, en la industria petrolera predecir el lugar exacto para taladrar en busca de petróleo es de suma importancia. La supercomputadora es capaz de correr programas que permiten a los barcos exploradores tener una idea de dónde taladrar, lo que reduce las probabilidades de 20 a 10.

Actualmente, cada intento cuesta aproximadamente 20 millones de dólares, mientras menos intentos más dinero ahorrado, aseguró Goh.

"Actualmente, de 20 intentos uno es en la locación correcta. Con este aparato eso se puede reducir a la mitad. Desde luego que el objetivo es aumentar las posibilidades de ahorrar millones de dólares, pero por ahora es suficiente", expresó Goh.

Entre sus muchas aptitudes, la supercomputadora es capaz de diseñar programas que son utilizados para evaluar los accidentes de aviones ocasionados por pájaros en vuelo. Actualmente, las compañías aéreas conducen exámenes utilizando turbinas reales.

Con los programas, los científicos podrán entender el daño que ocasiona el impacto de algún objeto en la turbina mientras ahorran dinero.