lunes, febrero 05, 2007

¿DÓNDE VACACIONAR?


EL ARTE DE COMERCIAR: El perro y el gato

Roberto Álvarez Quiñones

04 de febrero de 2007

Pese a la extraordinaria belleza y exuberancia de su geografía y demás atractivos naturales y recreacionales, Latinoamérica quedó a la zaga de otras regiones del mundo en la atracción de visitantes extranjeros en 2006.

El año pasado, según informó esta semana en Madrid la Organización Mundial del Turismo (OMT), la llamada "industria del ocio" estableció un nuevo récord de 842 millones de turistas, para un crecimiento a nivel global de un 4.5%, pero el continente americano en su conjunto sólo creció en un 2.1%, o sea, 2.4 puntos por debajo de la media mundial.

El problema es que el turismo y la violencia urbana son como el perro y el gato: no se llevan nada bien. Sin duda, la delincuencia y la criminalidad que azota las calles de las urbes latinoamericanas están empezando a afectar el atractivo turístico de la región.

Un amigo venezolano me contaba, cuando estuve hace algunos años en ese hermano país, que ha quedado medio cojo debido a las fracturas múltiples en un pie que le ocasionó un pisotón que le dieron en Caracas unos "malandros" —así le llaman allí a los delincuentes— cuando él se demoró en darles todo lo que traía encima.

Esta semana precisamente, el gobierno de Perú lanzó una campaña de información para alertar a los turistas que llegan al aeropuerto de Lima sobre posibles atracos o engaños por parte de grupos organizados.

Tal vez esta mala fama de violencia callejera rampante hizo que en 2006 América Latina en atracción de turistas quedara muy detrás de África, que duplicó la tasa mundial con un aumento de un 8.1%, encabezada por la región que tiene menos desarrollada su infraestructura turística: el África subsahariana, que creció en un 9.4%.

El negocio turístico, que tuvo sus orígenes en el ocio de la aristocracia y de las personas adineradas —cuando artesanos y trabajadores no podían pensar siquiera en un viaje vacacional de disfrute—, hoy mueve de país a cerca de 900 millones de personas, en su inmensa mayoría empleados asalariados y hasta jubilados, que gastan un billón de dólares al año.

Es hoy el sector más dinámico y sólido de la economía mundial, al punto de que el número de vacacionistas internacionales aumentó en 150 millones desde 2003.

Claro, los beneficios de esta boyante actividad no tocan a todos por igual. De los 136 millones de turistas que llegaron a las Américas en 2006, 70 millones fueron captados por EU y Canadá. México recibió 21.3 millones, pero sufrió una caída en el número de visitantes con respecto a 2005.

El área del Caribe, la de mayor potencialidad regional, creció sólo en un 3.2% en 2006, demasiado lejos de Macao o de Camboya, por ejemplo, que crecieron en un 18% y un 19%, respectivamente.

En fin, el axioma de "cría fama y acuéstate a dormir" ya golpea a Latinoamérica, con su violencia callejera imparable y sus convulsiones sociales y políticas. Al perro nunca le gusta estar al lado del gato.

roberto.alvarez@laopinion.com

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