CIVILIZACIONES HUMANAS: LA VISIÓN DE ALVIN TOFFLER
EL SHOCK DEL FUTURO
El libro que dio a Toffler fama internacional, El Shock del Futuro (1970) mostró la aceleración de los cambios en la realidad humana y su manifestación psicológica como «transitoriedad». «El «Shock» del Futuro –dice en pág. 360– es la respuesta a un estímulo excesivo». Excesivo por la rapidez de los cambios, que hace difícil su asimilación. La aceleración de los cambios coloca a las personas, en su misma sociedad, en una situación psicológica similar a la del emigrante.
Las innovaciones se estructuran en «olas»
El Shock del Futuro tuvo un éxito extraordinario y sigue siendo muy valioso. Tal vez por eso mismo, sus hallazgos han pasado a formar parte de las creencias de casi todos, y hoy el libro resulta demasiado detallado sobre asuntos en líneas generales conocidos. Sus propios ejemplos confirman la rapidez del cambio. Así, en pág. 18 dice que la población activa ocupada en la agricultura en EEUU «está ya por debajo del 6% y sigue disminuyendo rápidamente». Algunos años después, él mismo dijo que ya es menos del 2% (pág. 98).
También dice (pág. 67) que «En el Japón, los tejidos para un solo empleo han llegado a ser tan universales que el pañuelo de tela se considera anticuado (...) E incluso en Francia son corrientes los encendedores que una vez consumido el depósito se tiran». Muy poco después de que Toffler escribiera esto, sucedía exactamente lo mismo en toda Europa.
En pág. 212 dice que «Cuando sepamos más sobre la manera como funciona el cerebro, me sorprendería que no pudiésemos construir una especie de computadora biológica...» A nivel de investigación, hace años que se está trabajando en computadoras biológicas.
En el prólogo de New Gingrich a «
Para Toffler, las civilizaciones se han ido conformando según tres «Olas» (pues se trata de novedades tecnológicas que se extienden sobre la estructura anterior como olas que la van cubriendo y dominando).
Naturalmente, antes de la agricultura, hubo numerosas etapas (Desarrollo del Lenguaje, Dominio del Fuego) que acentuaron el dominio de la naturaleza por el hombre y lo separaron culturalmente de los animales, y duraron probablemente más de cien mil años.
Cualquiera sea la clasificación –la teoría– que hagamos o aceptemos, conviene recordar que su función no es otra que «percibir la unidad de un grupo de fenómenos», como dijo Einstein a sus 22 años: “Las clasificaciones y las teorías intentan representar parcialmente aspectos de la realidad, pero nunca son completas, no son la realidad misma ni su imagen especular”.
Rómulo Elgueta Lagos
Capacitador en TIC's
Trabajador del Conocimiento
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