HOY LA EVOLUCIÓN NO ES BIOLÓGICA... ES EDUCACIONAL
¡¡¡TÚ Y YO TENEMOS
La historia nos indica, en un período aproximado de siete mil años en que se tiene registro que:
La diferencia entre un ser humano primitivo y un ser humano civilizado no es biológica, sino educacional.
El Cro Magnon, un antepasado del ser humano ya poseía todo el potencial cerebral que el ser humano actual cuenta como propio. No hemos cambiado biológicamente, un ápice desde hace cien mil años atrás.
La diferencia que explica nuestra evolución y desarrollo, entonces, no es biológica sino cultural.
Los Cro Magnon: No tenían escuelas, por lo tanto, no tenían educación, sólo el aporte limitado de las generaciones anteriores que se desarrollaban y crecían, en un ambiente con estímulos sensoriales limitados. Faltos del enriquecimiento que introduce la creatividad humana, el conocimiento y la tecnología, tan presentes hoy, en nuestras vidas, siempre cambiantes y en una espiral ascendente.
No es la naturaleza biológica la que explica la diversidad cultural entre los pueblos.
La diversidad de comportamientos y costumbres son fruto del aprendizaje y el aporte de las generaciones anteriores que han dejado su herencia vía enseñanza a sus hijos, de su acerbo cultural, siempre en una espiral de crecimiento.
Cada uno de nosotros tiene un rol preponderante en esta cadena de creación del conocimiento y cultura de las generaciones que vienen a continuación de la nuestra. Tú y yo… ¿estamos consciente de ésta responsabilidad? ¿Tenemos claro el concepto de que debemos superarnos continuamente para beneficio de la humanidad? ¿Lo hacemos?
Ninguno de los hábitos, actitudes, usos o modos característicos de grupos humanos, razas o naciones se deben a razones de orden hereditario.
Las grandes transformaciones sociales de la historia no han obedecido a transformaciones genéticas en los pueblos en donde esas transformaciones se han producido. Se deben a la elaboración de los datos y de las informaciones en conocimientos, los que cada día se incrementan en una espiral ascendente, lo que permite tener nuevas ópticas sobre el avance social, científico, cultural del ser humano que generan nuevas circunstancias e inflexiones y producen los movimientos sociales y, en definitiva, el avance de las sociedades humanas.
Los cambios que experimenta el género humano se deben a un atributo que le es exclusivo en la escala zoológica: la educación continua o el cultivo permanente de la mente; además, de poseer el cerebro de mayor capacidad y complejidad en la naturaleza terrestre.
Hoy, nuestra preocupación debe ser integrar o estar insertos en un “entorno inteligente”, para así ampliar nuestras habilidades y destrezas estimulando, permanentemente, a nuestro cerebro a ocupar más allá del 10% de su potencial, que es lo que ocupamos en el presente.
Contamos con ingentes reservas potenciales (90%), en nuestro cerebro para cumplir esta tarea. Lo que debemos hacer es utilizar a fondo nuestra voluntad y disciplina para estudiar continuamente y capacitarnos a fin de no perder nuestro grado de preparación y por ende mantener o elevar nuestro nivel de empleabilidad, manteniéndonos vigentes social, cultural y laboralmente.
Es vital en estos tiempos en que el conocimiento y la tecnología avanzan en forma constante e implacable. En donde lo único seguro de que se va producir es el “cambio” y la modificación continua del mundo en que vivimos.
Debemos adaptarnos, inteligentemente, frente a la estrepitosa corriente del cambio, torrente poderoso que derriba instituciones, trastorna valores y arranca nuestras raíces. Cambio es un fenómeno por donde el futuro invade nuestras vidas, conviene observarlo, con las amplias perspectivas de
¿Cómo podemos estar preparados para resistir y avanzar con ese torbellino de modificaciones? Con Estudio y Capacitación Continua.
Para el ser humano es imprescindible vivir con el ser humano. Esto nos condiciona a estar aprendiendo, constantemente, de nuestros semejantes y del entorno en que estamos insertos. ¿Lo hacemos?
En realidad, el ser humano no puede ni siquiera subsistir fuera del aprendizaje que le posibilita la vida social.
La naturaleza le ha dado sólo capacidades: posibilidades que, en sociedad, tiene que enriquecer y desarrollar. Con estudio, disciplina y compromiso continuo.
Esas posibilidades: Se desarrollan en un proceso que tiene que aprenderse permanentemente. ¿Lo entendemos así?
CONCLUSIÓN:
En definitiva, debemos especializarnos en “Aprender a Aprender” y “Aprender a Pensar” lo más inteligentemente que podamos. Porque constituye el “llamado de nuestra naturaleza humana”, que nos ha convertido en los máximos exponentes evolutivos de la escala zoológica terrestre.
¡¡¡Hay que responder decorosa, comprometida e inteligentemente a este sitial en la naturaleza!!!
RECOPILACIÓN
RÓMULO ELGUETA LAGOS
CAPACITADOR EN TIC’s
TRABAJADORDEL CONOCIMIENTO
RELATOR MOTIVACIONAL
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