PENSAMIENTOS POSITIVOS O NEGATIVOS... TÚ ELIGES Y EXPERIMENTAS SUS CONSECUENCIAS
El extraordinario poder del pensamiento positivo
Y del pensamiento negativo.
"Todos somos responsables por los pensamientos que albergamos en nuestra mente en cualquier momento. Tenemos la capacidad de pensar lo que deseemos. Así que inclusive todas nuestras actitudes y comportamientos negativos y autodestructivos se han originado en la manera en que hemos elegido pensar". Wayne Dyer
Aun en esta era de mensajes instantáneos, correos electrónicos, "blogs", "chat rooms" y telefonía celular, la comunicación más importante es la que ocurre en el interior de tu mente, porque de ella depende en gran parte el éxito y el fracaso que experimentes en tu vida. Por esta razón es vital aprender el lenguaje del cerebro. Conversamos con nuestra mente alrededor de 18 horas diarias, mientras estamos despiertos y aún conversamos vía los sueños, mientras dormimos, las restantes 6 horas. El 80% de éste diálogo es negativo, usamos frases y palabras que nos autodisminuyen, ejemplo, no sirvo para esto, no lo puedo hacer, no soy capaz, no tengo fuerzas, no resistiré tanto trabajo, siempre pierdo, todos me critican, no soy persistente, soy un fracasado, tengo mala suerte. En oposición, sólo 4.8 horas de pensamiento diarios dedicamos al área positiva. Te das cuenta de la enorme disparidad de tiempo dedicado a los pensamientos positivos. Por lo tanto quien comanda nuestra programación mental son los pensamientos negativos. ¿Qué podemos esperar de esto?
Muchos científicos han llegado a aceptar que las imágenes constituyen la mayor parte del contenido de nuestro pensamiento. A pesar de que en él existen las palabras y otros símbolos abstractos, la realidad es que estas palabras y símbolos son expresiones que pueden convertirse en imágenes. De hecho, la gran mayoría de las palabras que utilizamos en nuestro diálogo interno, antes de expresar una idea de manera hablada, escrita o vivida existen sólo como una imagen sensorial en nuestra mente; una representación visual, auditiva, odorífica, gustativa o táctil.
Debemos tener en cuenta que las imágenes juegan un papel muy importante, tanto en el logro de nuestras metas como en el condicionamiento de aquellos comportamientos auto saboteadores que nos conducen al fracaso. Después de todo, las imágenes que están grabadas en nuestra mente atraen irremisiblemente aquello que representan.
Si entendemos algunos conceptos básicos sobre el funcionamiento del cerebro, y los poderes que residen en nuestro interior, podremos utilizarlos para grabar en nuestra mente las imágenes que reflejen aquello que deseamos atraer hacia nosotros.
El poder de las imágenes mentales: ¿Ficción o realidad?
Si las imágenes que tus palabras forman son parte del mecanismo que tu mente utiliza para atraer aquello que será parte de tu vida tiene sentido descubrir ¿qué tanto es ficción y qué tanto es realidad?
Diversos estudios han demostrado que las imágenes que formamos en la mente son tan poderosas que fácilmente logran provocar respuestas fisiológicas en el organismo. El origen de este fenómeno fue descubierto por Steven
Varios estudios científicos han comprobado que existen conexiones directas entre la parte del cerebro donde guardamos imágenes mentales y la del sistema nervioso que controla actividades involuntarias como la respiración, el ritmo cardíaco, la función digestiva, y la presión arterial. Nuestro sistema nervioso, a su vez, está conectado con glándulas como la pituitaria -glándula responsable de la producción y liberación de hormonas que actúan en diferentes partes del cuerpo, además, de liberar, en otras regiones, neurotransmisores que cumplen una acción selectiva y específica, sobre determinados tejidos, lo cual significa que una imagen puede, potencialmente, impactar, estimular a todas las células de nuestro cuerpo. Entonces, no podemos dejar de olvidar que nuestros pensamientos y la visualización consiguiente, presiden la liberación de hormonas y neurotransmisores que dirigen la reacción de los tejidos de nuestro organismo en un determinado sentido ya sea positivo o negativo, de salud, enfermedad u otro sentido, por lo tanto, podemos influenciar nuestra mente, nuestra salud, nuestro organismo todo, en función de nuestros contenidos mentales. Ya sea en un sentido positivo o negativo. Tú o yo, siempre, somos los únicos responsables de esta acción. Primera tarea asumir completamente ésta aseveración.
John Roger, autor del libro: Usted no puede darse el lujo de tener un pensamiento negativo, utiliza un ejemplo bastante interesante para ilustrar este punto, y quiero pedirte que sigas por un momento este ejercicio para que puedas apreciar el poder que un pensamiento puede tener sobre ti.
Por ejemplo, quiero pedirte que en la medida en que leas este párrafo, pienses en un limón, quiero que lo visualices y lo dibujes en tu mente lo más claramente posible. Busca asociar todo tipo de sensaciones con esta imagen. Si es necesario, para de leer por unos instantes para tratar de construir la mejor imagen mental de un limón que te sea posible. Trata de evocar su olor, textura y sabor. Dibuja en el telón de tu mente la imagen más clara que puedas tener de este limón.
Ahora, imagínate tomando un cuchillo y cortando este limón en dos mitades. Visualízate sacando las pepas del limón con la punta del cuchillo. Tómalo, llévalo cerca de tu nariz y aspira el olor de ese limón recién cortado. ¿Puedes olerlo? Finalmente, quiero que te imagines exprimiendo todo su jugo en tu boca y mordiendo su pulpa.
Sí realizaste el ejercicio, visualizando vivamente lo que te estaba describiendo, es posible que hayas experimentado la respuesta de tus glándulas salivares ante esta imagen.
¿Ves? Tus glándulas salivares responden a este pensamiento de un limón tal como si la acción descrita hubiese ocurrido en la realidad. Este simple pensamiento ha ocasionado una respuesta fisiológica en tu organismo que para tu mente subconsciente tiene sentido y provoca una respuesta, ya que la saliva producida tiene como objetivo neutralizar el ácido que contiene el limón. Esto demuestra que tu mente ha sido incapaz de reconocer que las imágenes que está procesando no representan un hecho que estuviese ocurriendo realmente, sino que eran simplemente un hecho imaginario.
De la misma manera, si tienes hambre y piensas en un suculento plato de comida, tu estómago responde segregando jugos gástricos tal como si estuvieses comiendo. Ni siquiera necesitas ver la comida o percibir su olor para que esto suceda; el simple hecho de pensar en ésta hace que tu cerebro actué produciendo los ácidos gástricos que ayudarán a digerirla, lo que quiere decir que ha sido incapaz de reconocer que lo que está procesando es sólo una imagen y no la comida en si.
Seguramente, alguna vez has visto en una película de suspenso o de terror una escena en la cual un asaltante está a punto de atacar a otra persona. El cerebro te pone a ti en medio de esta situación que, de hecho, ya es rica en estímulos sensoriales que impactan tu mente, puesto que la estás viendo y oyendo y no tienes que imaginarla. Tu cerebro envía mensajes a tu organismo que te hacen reaccionar como si en realidad estuvieses en medio de esta situación. De repente, tus manos comienzan a sudar, palideces y hasta el ritmo cardíaco puede alterarse. Como puedes ver, las imágenes mentales tienen un gran poder de sugestión y pueden generar una situación que vive y experimenta nuestro organismo como si fuera real.
En otro estudio, se les pidió a un grupo de personas que imaginaran que iban a caminar del punto A al punto B, en una calle conocida por ellas. En este experimento, los participantes cerrarían los ojos, caminarían mentalmente dicho tramo; al llegar al punto B dirían "ya llegué" y abrirían sus ojos. A una parte del grupo se le pidió que imaginaran que iban a caminar dicho tramo cargando una bala de cañón en las manos, mientras que al segundo grupo se le pidió que caminaran la misma distancia cargando un libro.
Aunque parezca difícil de creer, el primer grupo tardó mucho más tiempo en recorrer mentalmente aquella distancia. ¿Por qué? El peso irreal de la bala de cañón que imaginaron cargar a lo largo de aquel tramo, les había hecho caminar mucho más lentamente que al segundo grupo. Lo interesante es que ellos no recibieron instrucciones para caminar más despacio ni tenían por qué haberlo hecho. Hubiesen podido optar por caminar normalmente o más rápido, pero su mente procedió de la única manera posible ante el hecho de cargar una pesada bala de cañón.
Todos estos ejemplos son señal de que tu cerebro ha sido incapaz de diferenciar que éstas no han sido vivencias reales sino únicamente situaciones imaginarias. Han sido órdenes mentales que se han transformado en pensamientos y en acciones físicas concretas, en respuesta a los específicos estímulos mentales.
Lo que quiero que entiendas de todos estos ejemplos es que tu cerebro piensa en imágenes y este poder de transformar las palabras en imágenes que logran afectar tus funciones fisiológicas, tus emociones y tus acciones, lo puedes utilizar para edificar tu éxito o para construir tu fracaso. Funciona igual de bien tanto para lo uno como para lo otro.
Recuerda que tu diálogo interno puede convertirse en tu mejor aliado o en tu peor enemigo.
Un pensamiento es una sustancia concreta que produce resultados específicos, y afecta nuestra mente y cuerpo de maneras muy precisas. Muchas personas erróneamente creen que los pensamientos son cosas triviales que no tienen mayor efecto en nuestra vida, organismo o nuestro éxito o fracaso. Pero lo cierto es que la mente tiene la capacidad de crear aquella realidad vivamente representada o imaginada por cada uno de nuestros pensamientos en nuestra mente.
Todo ser humano puede formar ideas en su pensamiento, impregnarlas de fe y propósito, y por medio de una acción decidida generar la creación de aquello que había imaginado. Sin embargo, para lograr esto, debemos primero formar una imagen mental clara y precisa de lo que deseamos tener, hacer, o ser, y mantener esta imagen mental en nuestro pensamiento en nuestra mente, mientras agradecemos por anticipado que dicha meta esté en proceso de hacerse realidad. Este es la forma, el proceso mediante el cual dicho deseo es enviado al universo y las fuerzas creativas se ponen en movimiento para la consecución de lo deseado. Igual podemos generar imágenes de incapacidad o fracaso que con la misma fuerza se harán realidad creando tristeza y desgracia en nuestra vida. Lo importante es que la elección la realizas tú… “Tú Decides, para bien o para mal”.
Para poder recibir lo visualizado cuando le llegue, la persona debe utilizar siempre su potencial al máximo y estar dispuesta siempre a dar más de lo que su trabajo o posición demanda. Debe mantener en su mente el propósito de vivir una vida de abundancia, y debe hacer, cada día, todo lo que pueda hacer ese día, cuidando de realizar cada actividad de la manera más positiva, concienzuda, efectiva y excelente posible.
Los hombres y mujeres que practiquen estas instrucciones con toda seguridad lograrán aquello que tanto anhelan. No obstante, no podemos olvidar que lo que recibamos va a ser en proporción exacta a qué tan definidas sean nuestras metas, qué tan clara esté esa visión grabada en nuestra mente, qué tan firme sea nuestro propósito y nuestra fe, y qué tan profundo nuestro espíritu de gratitud, o sea, nuestras visualizaciones son vitales… fundamentales para la consecución de lo planeado mentalmente.
Recopilación
Rómulo Elgueta Lagos
Capacitador en TIC’s
Trabajador del Conocimiento
Relator Motivacional
1 comentario:
todo esto es del libro de camilo cruz,
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