CÓMO SUPERAR EL MIEDO AL PÚBLICO
Una de las cosas más temidas es tener que hablar delante de un grupo. La sola idea de presentarse ante el público puede ser tan abrumadora que se reacciona como si se estuviese en peligro físico. Ante un peligro, real o imaginario, el cerebro hace que se libere adrenalina en la sangre, y el resultado es el tartamudeo, el temblor, la sudoración y, a veces, el olvido, todo lo cual puede convertirse en un terrible impedimento.
Aquí algunos consejos muy prácticos:
Domine el Tema. Ya se trate de hablar, actuar o tocar un instrumento musical, estar “empapado” del tema es imprescindible para sentir seguridad y confianza en uno mismo.
Ordene sus Ideas en forma lógica, y anótelas en tarjetas. No memorice la alocución, pues siempre hay que dejar un amplio margen de espontaneidad.
Ensaye, delante de un espejo, la alocución o la parte actuada; ayuda mucho el aparentar seguridad. Es muy útil ensayar delante de amigos y parientes y grabar en video el ensayo, lo que permite detectar errores tal como hablar de prisa, la dicción confusa y hacer demasiados ademanes o demasiado pocos.
Visualice. Parte del ensayo debe dedicarse a repasar mentalmente cada aspecto del futuro suceso, de principio a fin. Si se va a actuar, será muy útil visualizar el personaje para memorizar los parlamentos.
Demuestre gusto por el tema. En uno de sus libros, Dale Carnegie aconseja a los oradores “hablar acerca de aquello de lo que, por experiencia o por dedicación, merezcan hablar”. Las anécdotas personales dan mucha vida a la alocución.
Gánese al público. Al pronunciar la alocución, diríjase directamente y por turno a personas concretas, presentes entre el público. Hablar con naturalidad hace que loa gente se sienta cómoda.
RECOPILACIÓN
RÓMULO ELGUETA LAGOS
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