LA TERCERA EDAD: FUERTE, POTENTE Y VIGENTE
CAPACIDAD CEREBRAL Y TERCERA EDAD
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Así como usted puede disciplinar su cuerpo para aumentar su fuerza y destreza, pueden también disciplinar su cerebro para retener, recuperar y mejorar su intelecto por medio de estímulos selectivos.
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Escrito por Rómulo Elgueta
RECOMENDACIÓN: Así como usted puede disciplinar su cuerpo para aumentar su fuerza y destreza, pueden también disciplinar su cerebro para retener, recuperar y mejorar su intelecto por medio de estímulos selectivos.
Su cerebro está mejor diseñado que cualquier máquina del mundo y es muy superior al cerebro de otros seres vivientes. Posee la capacidad de absorber y almacenar una infinita capacidad de información, externa e interna, y puede manipular esa información en forma inmediata, no sólo como lo ha hecho antes, sino también con un abordaje actual, evolucionado.
Constantemente, intenta comprenderse a sí mismo. Usted sólo emplea una pequeña fracción de su capacidad mental; alrededor del 0,1 al 10 por ciento. Y, como muchas otras personas, puede maltratar su cerebro por medio de golpes, bañándolo en sustancias químicas nocivas (alcohol, drogas), privándolo de los elementos nutritivos adecuados o permitiendo que se convierta en algo “fofo o blandengue”, con mínima capacidad de análisis y resolución.
¿Qué pasa en la TERCERA EDAD?
Se ha producido una importante revolución en la forma en que la ciencia interpreta al cerebro y la cognición o conocimiento. Hasta hace poco tiempo se creía que, a medida que transcurría el tiempo, la función del ser humano normal declinaba inevitablemente y que era muy poco lo que podía hacerse para evitarlo.
Pero un gran número de expertos, incluyendo neurocientíficos y gerontólogos, han reunido nuevos datos, porque han logrado escuchar el “diálogo de las neuronas” (células cerebrales). Estudios realizados con miles de personas, han revelado que la declinación no es inevitable, y que, además, existe una diferencia muy pequeña entre la capacidad funcional de los cerebros de personas sanas y jóvenes y los pertenecientes a personas sanas de edad avanzada.
Tal como sucede con las arrugas, no todos experimentan los cambios cerebrales a la misma edad, y no todos experimentan el mismo número de cambios ni con la misma intensidad. En algunas personas de edad, esas alteraciones son prácticamente imperceptibles.
En 1970, el Congreso de EE.UU. solicitó a los Institutos Nacionales de Salud y a la Secretaria de Transportes que estudiaran el “reglamento de los 60 años” que obligaba a los pilotos comerciales a jubilarse. Después de diez meses, el comité de investigación llegó a la conclusión de que “la variabilidad (respecto de los efectos de la edad) dentro de un grupo de personas de una misma edad es casi tan grande como la variabilidad entre grupos de diferentes edades, y que por lo general, no existe una edad determinada en la que se produzca una declinación significativa…
Las pruebas de que disponemos sugieren que, en general, algunas de las habilidades necesarias para satisfacer el máximo nivel de seguridad se deterioran con la edad. No obstante, existen grandes variantes entre los individuos pertenecientes a grupos de cualquier edad…” Por lo tanto, no importa que tengas muchos años. Tu cerebro puede seguir siendo eficaz, sensible, lógico y potente. Para conservarlo así o profundizar este rendimiento sólo debes mantenerlo entrenado, vía estudiar, escuchar música, oler sustancias agradables y conectar tus recuerdos o percepciones con palabras, color, sabor, sonidos, sensaciones y olores. O sea, aplicar los principios de la Programación Neuroligüística (PNL).
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