CARTA A MI JEFE
Temuco, 5 de Julio de 2007
Estimado Amigo y Jefe:
Utilizo esta vía porque me permite desarrollar mejor mis ideas. Dejando de lado el teléfono, las visitas, preguntas, y consultas de tus colaboradores. Además, de no interferir en tus exigentes tareas diarias.
Esperé con ansias Junio, en la creencia de que a partir de esa fecha se abriría una nueva etapa de trabajo inteligente, creativo, sensible y comprometido con las bases sociales más pobres y desposeídas de La Araucanía. Aires frescos renovarían la pesada, densa y lenta atmósfera local con ráfagas más mundanas, más modernas. Pensaba que en este mes terminaba un semestre para el olvido y comenzaría uno pleno de actividad, de lucha para cerrar la “brecha digital” y por ende brotarían las capacitaciones y otras tareas, como signo de inicio de un ciclo positivo. Hoy, veo que sólo fue un espejismo fruto de mi afiebrada imaginación. La región se ve frenada, en cuanto a capacitaciones y otras misiones. Los responsables de estas tareas admiten este panorama sin replicar. Aceptan, sin reclamar, que no hay recursos para este loable y estratégico fin, para las gentes de la región, justo aquellas más pobres y necesitadas. Las que merecen toda nuestra fuerza, compromiso, empuje, pasión, inteligencia y sueños.
En lo concreto, queda para el magro balance, lo siguiente:
El año 2007, se ha desarrollado ya en su primer semestre y sólo he realizado una capacitación en PichiPillahuen. Por supuesto, esto no es culpa tuya, el “mercado” ha estado así, pero, me he perjudicado, grandemente, en lo económico, por la escasa remuneración percibida en estos meses. Cuando converso contigo no se vislumbran posibilidades futuras y menos cercanas, por el contrario, aparece claramente un panorama en el horizonte, carente de opciones de trabajo posibles y prontas. Por otra parte, se me hace claro que la RED ubica a la Capacitación en un nivel muy marginal, lo que disminuye aún más mis posibilidades de trabajar, por lo tanto, de recibir salario que apuntale mis estrechas finanzas.
Todo lo anterior te lo planteo porque se ha constituido en mi mayor problemática. El no tener entradas ha hecho que gaste mis reservas. Te repito esto, ¡no es responsabilidad tuya!, sino que ha sido fruto de las circunstancias actuales, en nuestro querido Chile. En donde todo camina súper lento y sencillamente los proyectos son planificados, pero no se pasa a la acción..., son demorados o sencillamente no salen, por falta de presupuesto. Entonces, en esos momentos, se me ocurre pensar que las autoridades nacionales, están empantanadas con las dificultades sólo de Santiago. Gran preocupación por el Transantiago pero escaso interés por las regiones y por los planes de desarrollo de sus gentes, en donde, la capacitación en computación es estratégica, por lo menos eso es lo que dicen grandes investigadores (Toffler y Hax). Siempre pensé que Santiago no era Chile y que La Araucanía tendría su oportunidad de crecer, pero hoy, creo que eso, era solamente un sueño que acaba en pesadilla: ¡¡Santiago es Chile!! A mayor abundamiento y para complicar las cosas, veo por todas partes, a funcionarios locales de gobierno, los únicos con remuneración fija, segura y suficiente, “que hacen como que trabajan” pero no hacen casi nada, su labor es muy deficiente. Demostrando nulo interés y compromiso, con las tareas de desarrollo de la región. Cuál es su mérito entonces…, sólo pertenecer a un partido de la Concertación. La meritocracia ha muerto…
Estoy frustrado, siento que no puedo seguir esperando. Siempre he pensado que sí los tiempos son malos, estamos aquí para mejorarlos, no para esperar que estos cambien a positivos por arte de magia. Hay que trabajar en contra de las dificultades y salir adelante, construir futuro con sangre, sudor y lágrimas, siempre luchando contra el destino, para forjar uno mejor. Aterrizo y creo que eso pudiera ser posible sólo en Santiago, en donde están los recursos, no aquí en La Araucanía, que es considerada el patio trasero de la capital, y, que está, hoy, tan deprimida y con escaso futuro, por lo menos, en el área que tanto nos interesa (las TICs).
Por todo lo anterior es que he decidido irme a Santiago. Pienso que el cambio de escenario me ayudará y posibilitará que salga de ésta incómoda y precaria situación actual. Voy tras mejores ambientes que posibiliten una mejor situación para mi familia y para mí.
¿Con qué cuento?
A pesar de mis años (65) y aún siendo pensionado reúno condiciones de vigencia física, intelectual, psicológica, de buena relación con el entorno y con un deseo inconmesurable de “aprender a aprender”, elementos necesarios y suficientes para esperar y forjar un futuro mejor. ¡¡Como es así, realmente!! debo entrar una vez más, en el campo de batalla con el ánimo de luchar y contribuir a mejorar el nivel de capacitación en computación de nuestros trabajadores. Los planes de gobierno son abundantes en este aspecto, es en la concreción de ellos, donde se falla. Existe un llamado permanente y urgente para estrechar la “brecha digital”. Es de esperar que en la capital tengan reales posibilidades de ejecución. Concretamente, que estén financiados.
¿Cómo me siento hoy? ¿Más viejo, cansado, derrotado por el trabajo diario?..., ¿Aspiro sólo a descansar el máximo de tiempo?
¡¡No!! ¡¡Me siento joven, fuerte, sano, potente, capaz de las tareas de hoy y las que vendrán mañana!! Me siento protagonista, en primera línea, de una “revolución cultural” que logrará un salto cualitativo importante en la vida de los chilenos. Siempre que internalicemos, que pensemos y ejecutemos las Capacitaciones como herramientas estratégicas, para el desarrollo de Chile, evitando con esto, la obsolescencia (pérdida de vigencia laboral e intelectual) de nuestros trabajadores que trae aparejado el “cambio” (avance tecnológico), manteniendo así, una fuerza trabajadora fuerte, sensible, inteligente, vigente, moderna y productiva.
En lo personal: ¡¡Me siento pregonando un nuevo evangelio!!
Como puedes ver, me siento con fe, optimismo, pasión y fuerza para realizar tareas agotadoras. Aunque constituya sólo una ilusión, no puedo restarme a este llamado imperioso de mi naturaleza.
El mes de Agosto será el momento de emprender mi viaje al futuro…, a la verdad de mis circunstancias. En el intertanto, cumpliré, en julio, a cabalidad todo lo acordado contigo.
Solicito una recomendación tuya para presentarla frente a quienes se interesen por contar con mis servicios. Y en lo posible, unos cuantos nombres fruto de tu vasta red de contacto.
Te doy las gracias por todo. Fue muy provechoso trabajar contigo. Hombre equilibrado, comprometido y sensible. Tuve la oportunidad de aprender y superarme en este período, que es parte esencial de mi vida, formación y progreso. Tuve buenos modelos a los cuales intenté replicar en mí.
Con tu mente fría y analítica puede que pienses que todo lo anterior es basura…, fruto de una mente vieja, frustrada y descontenta, al término de sus días. Te diría que no…, no deseo seguir soportando el trabajar cansino, poco comprometido, falto de sensibilidad, de inteligencia, pasión, sueños e ilusión que hoy impera en La Araucanía…, no quiero llegar a eso, convertirme en un anodino que espera que el destino solucione sus situaciones por resolver. Aún tengo fuerzas, ilusiones, inteligencia y sueños que me llaman a trabajar por ellos, triunfar o morir en el intento. Es mi sino que me exige cumplir con este llamado imperioso de mi naturaleza; quizás, más allá de todo lo racional…, más allá de mis fuerzas, las que puedo estar sobrevalorando. Pero prefiero un futuro difícil, duro, peleado, indomable a quedarme sentado a la espera de que vengan tiempos mejores. Mi deber es salir al campo y forjar esas mejores oportunidades, no sólo para mí sino para el resto de la comunidad en que habito y con la cual asumo compromiso, a pesar de que el precio pueda ser dolor, sangre, sudor y lágrimas.
Deseo no haberte distraído en demasía de tu trabajo.
Atentamente, tu amigo,
Rómulo Elgueta Lagos
Capacitador
Red de Información Comunitaria de La Araucanía
Fono: 08/592 70 43, (45) 31 44 08
PD. Me he estado dando un mayor plazo que el que me había propuesto. Pero se debe a que la situación de las capacitaciones mejoró. En el mes de Julio pude hacer dos en Pitrufquen y en Agosto una en Lumaco. Lo claro es que no mantuve mi plan original. Quizás lo hice por cobardía, flojera, temor al futuro, miedo de hacer el cambio, u otras razones difíciles de enumerar. Quiero pensar que lo hice en la espera de haberme equivocado en mi diagnóstico, en la esperanza de que llegaran tiempos mejores. Pero, estos no llegan y ya estoy cansado de esperar en la inacción. Iniciaré mi viaje y mi lucha (en Noviembre), esperando que Dios me de fuerzas para construir oportunidades, en un terreno fértil.
Mi tesis es la de que, la marcha de la humanidad ha sido siempre dura y, según toda probabilidad humana, continuará siéndolo siempre; de que sólo mediante una labor esforzada y bien dirigida pueden hallar solución nuestros problemas; de que no podemos prever las dificultades y peligros que hallaremos, pero podemos adiestrarnos para arrostrarlos con valor, inteligencia y una invencible fe en que podemos superarlos. La ciencia y la tecnología son necesarias, pero no suficientes; ha de haber una fuerza impelente y un propósito consciente por el cual esforzarse. Estoy convencido de que, teniendo todo esto, el hombre puede vencer sus dificultades a medida que se presenten. Pero, lo repito, la tarea será siempre dura; siempre será cierto el viejo mandamiento: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”. El consuelo está en que, arrostrando y venciendo dificultades, los seres humanos nos elevamos a su mayor altura.
Este será mi credo, con él bajo el brazo avanzaré para enfrentar los problemas, sabiendo que tras las más complejas situaciones, me aguardan grandes oportunidades. Necesito una oportunidad de trabajo para salir adelante y sentirme, nuevamente, un ser humano vivo, completo, valiente, audaz, temerario, sensible y fuerte.
Atentamente,
Rómulo